Quiste aracnoideo es peligroso

Operación de quiste aracnoideo

Sin embargo, si un quiste aracnoideo está causando síntomas, puede ser necesario operar. Si no se trata, un quiste aracnoideo no sólo puede seguir causando dolores de cabeza y otros síntomas, sino que también puede crear presión contra el tejido cerebral sano y provocar daños neurológicos. La cirugía de los quistes aracnoideos suele ser segura, con buenos resultados.

Un neurocirujano pediátrico puede colocar un sistema de drenaje permanente, un tipo de derivación, para drenar el líquido del quiste y reducir la presión sobre el cerebro. Una derivación permanente drena el líquido del quiste hacia el abdomen, donde se reabsorbe de forma inofensiva en el organismo. Se trata de un procedimiento quirúrgico relativamente sencillo, pero los neurocirujanos pediátricos de Weill Cornell Medicine suelen realizarlo como último recurso.

Un procedimiento quirúrgico abierto llamado fenestración es más complejo que la cirugía para instalar una derivación, pero las tasas de éxito son muy buenas. En la fenestración de un quiste, el neurocirujano pediátrico abre el cráneo para acceder al quiste y, a continuación, abre el quiste para liberar la presión y permitir que el contenido sea absorbido de forma natural por el cerebro. La apertura del quiste es una solución permanente, y evita la necesidad de implantar permanentemente hardware de derivación.

Mega quiste aracnoide de la cisterna magna

Los quistes aracnoideos son sacos llenos de líquido cefalorraquídeo que se encuentran entre el cerebro o la médula espinal y la membrana aracnoidea, una de las tres membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.      Los quistes aracnoideos primarios están presentes al nacer y son el resultado de anomalías en el desarrollo del cerebro y la médula espinal que surgen durante las primeras semanas de gestación.    Los quistes aracnoideos secundarios no son tan comunes como los primarios y se desarrollan como resultado de un traumatismo craneal, meningitis o tumores, o como complicación de una cirugía cerebral.    La mayoría de los quistes aracnoideos se forman fuera del lóbulo temporal del cerebro, en una zona del cráneo conocida como fosa craneal media.    Los quistes aracnoideos que afectan a la médula espinal son más raros.    La ubicación y el tamaño del quiste determinan los síntomas y el momento en que éstos comienzan.    La mayoría de los individuos con quistes aracnoideos desarrollan síntomas antes de los 20 años, y especialmente durante el primer año de vida, pero algunas personas con quistes aracnoideos nunca tienen síntomas.    Los hombres tienen cuatro veces más probabilidades de tener quistes aracnoideos que las mujeres.

Fuga de Csf

Los quistes aracnoideos son sacos llenos de líquido cefalorraquídeo que se forman entre el cerebro y la médula espinal, en un espacio llamado membrana aracnoidea. Existen dos tipos de quistes aracnoideos, según los Institutos Nacionales de la Salud:

Los quistes aracnoideos se encuentran en el espacio entre el cerebro o la médula espinal y la membrana aracnoidea. La membrana aracnoidea es una de las tres membranas que recubren el cerebro y la médula espinal. Los quistes se desarrollan en el cerebro o la médula espinal y crecen principalmente en una región fuera del lóbulo temporal del cerebro, conocida como fosa craneal media.

Los quistes aracnoideos son el tipo más común de quistes cerebrales. Suelen ser congénitos, pero también pueden desarrollarse más tarde a causa de un traumatismo craneal. Los quistes no son tumores, sino sacos llenos de líquido. Los quistes aracnoideos son cuatro veces más frecuentes en los hombres y no suelen requerir tratamiento si el quiste permanece estable.

El pronóstico de un quiste en el cerebro depende de la estabilidad del quiste y de si la expansión del mismo o la hemorragia en el quiste están causando daños en el cerebro o la médula espinal. En un caso extremo, si el quiste se vuelve inestable y se deja sin tratar, puede crear un daño neurológico grave y permanente. Sin embargo, la mayoría de los quistes aracnoideos no requieren tratamiento. Si se presentan síntomas, es importante acudir a su médico de atención primaria de Baptist Health para obtener un diagnóstico y un tratamiento. Los síntomas suelen resolverse o mejorar con el tratamiento.

Quiste cerebral

Un quiste aracnoideo que cause cualquiera de estos síntomas debe ser evaluado para su posible tratamiento, ya que puede seguir creciendo y causar daños neurológicos al ejercer presión sobre el tejido cerebral circundante. Dado que muchos de estos síntomas pueden estar causados por una serie de otras afecciones, es fundamental realizar un diagnóstico preciso (consulte Diagnóstico y tratamiento de un quiste aracnoideo). La buena noticia es que el pronóstico de las personas con quistes aracnoideos es excelente, y la cirugía para drenar o extirpar un quiste es segura y eficaz (véase Cirugía de los quistes aracnoideos).